La medicina está cambiando y lo seguirá haciendo gracias al entorno tecnológico y la necesidad actual del distanciamiento social derivado de la pandemia de Covid-19; acelerando la tendencia conocida como “Big Data”. Otro gran cambio será la descentralización de servicios impulsada por las tecnologías móviles, la telemedicina, los algoritmos de inteligencia artificial, la impresión 3D y los biosensores.
Te compartimos 4 puntos clave sobre el futuro de la medicina:
- El paciente como protagonista de su cuidado
Esto pone al paciente en el centro, empoderándose gracias a las herramientas tecnológicas y respondiendo a sus necesidades de información, transformándolo en un agente activo de su cuidado
- La importancia de la Historia Clínica Electrónica
La Historia Clínica Electrónica (HCE) constituirá la principal fuente de información, que podría ser desarrollada en un sistema de información de salud en línea y orientada al paciente, guardando sus datos e historial de salud e interactuando por diferentes herramientas como audio y video.
- La medicina a medida del paciente
Este impacto significativo se centra en el campo de la medicina de precisión, considerando la variabilidad genética individual, el entorno y los estilos de vida de cada persona, información obtenida de dispositivos de captura móviles y biosensores y herramientas de auto monitoreo. El estudio preciso de los factores que influyen en la salud permitirá diagnósticos más certeros, estrategias más racionales de prevención de enfermedades así como una mejor selección del tratamiento y el desarrollo de nuevas terapias.
- Hacia la descentralización de servicios de salud
Mediante el sistema actual, se ofrecen servicios de alto costo centralizados y supervisados por grandes y complejas instituciones. En cambio, el modelo de economía compartida llevará a los profesionales especializados a su entorno más cercano, superando obstáculos de acceso al cuidado de la salud, brindando una atención de calidad.
Este progreso trae consigo una serie de interrogantes y situaciones éticas por resolver, siendo fundamental mantener la seguridad de la información de cada paciente, así como priorizar el uso adecuado y el balance entre el acceso y la confidencialidad.